Lila Downs habla del “vicio de bailar” y lo define como un disco pensado “de la cintura para abajo”. “El chile es ese factor mágico que nos hace bien mexicanos”, explica. “Es muy picoso, te hace sufrir un poco, o bastante, y también es muy sabroso. No se puede vivir sin chile”. Con ayuda de la luminosa producción de Camilo Lara (Instituto Mexicano del Sonido), Downs funde diversas tradiciones musicales latinoamericanas, desde la cumbia hasta el bolero, en canciones de rotundo sonido contemporáneo y una visión lírica tan personal como siempre. La heterodoxa lista de colaboradores, que va de Norah Jones al grupo Costa Azul, refuerza el espíritu universal de un disco que parte de las raíces para hablar sobre el presente. Tras el aire nocturno y los temas abiertamente políticos de Salón, lágrimas y deseo, Al chile es una invitación al baile y un canto al amor, la fiesta, la lucha y el espíritu de supervivencia. Lila nos cuenta las historias detrás de sus canciones. Las