Lila Downs, mestiza y desgarradora



Se dio a conocer en 2002 con su participación en la oscarizada banda sonora de 'Frida'. En 2005 ganó un grammy latino. Ahora, la cantante mexicana dedica su nuevo disco a... los bares

LILA DOWNS.- Fecha: miércoles 29 de marzo de 2006. Lugar: Palacio de Congresos. Precio: 18-25 euros.

Por: Ricardo Aguilera

Pese a haber nacido en el estado sureño de Oaxaca, Lila Downs se mueve con natural facilidad en los ambientes fronterizos. Hija de una cantante mixteca y de un pintor norteamericano de origen escocés, Lila ha absorbido la herencia cultural del México español y del indígena, además de haber pasado sus años de estudiante en EEUU.

Sus primeras pasiones fueron la ópera y los telares indios, pero acabó convirtiéndose en una cantante profundamente mestiza, capaz de expresar con la música todas sus raíces, desde la ranchera al huapango, pasando por el folk de Woody Guthrie o los tonos oscuros del blues.

Mujer de fuerte compromiso político y social, ha grabado discos dedicados al desgarro de la emigración ('Border/La línea' -'2001'-, 'One Blood/Una sangre' -2004-), en los que canta en español, inglés, mixteco y zapoteco. Se la ha podido escuchar igualmente en las películas de Hollywood 'Frida' (2002), que recibió el Oscar a la Mejor Banda Sonora, y 'Los tres entierros de Melquiades Estrada' (2005), y el año pasado se llevó el Grammy Latino a Mejor Álbum Folclórico por 'One Blood/Mi sangre'.

Ahora presenta su nuevo elepé, 'La Cantina (Entre copa y copa...)', un recorrido por el cancionero popular de su país desde su innovador punto de vista.

PREGUNTA.- ¿Por qué le canta a las cantinas?

RESPUESTA.- Como se suele decir, hay que tirarse a la perdición de vez en cuando. Sólo de esa manera puedes sacar las penas, los diablos, los desamores. Eso se percibe mucho en México cuando entras en las cantinas, donde hay música norteña y de mariachi. En este disco quería hacer un homenaje a ese medio que adoro tanto y al que, a veces, se encuentra uno en la necesidad de recurrir.

P.- ¿El alcohol es un quitapenas?

R.- Pienso que sí. En México la música ranchera es considerada de vagos y borrachos, de bares de mal haber. Lo que pasa es que, según vas creciendo, te das cuenta de lo mucho que te gusta andar en esos lugares.

P.- ¿Usted es bebedora?

R.- Sí, he bebido bastante fuerte por temporadas y desde muy joven. Yo vengo de una comunidad muy pequeña, la mixteca de Oaxaca, donde no hay mucho más que hacer que echarse unos aguardientes o unos mezcales en los fines de semana. Luego, la vida me ha llevado por otro camino, más moderado, aunque en los últimos dos años he sentido la necesidad de volver a ese ambiente para sacarlo fuera.

P.- Desde el rincón de una cantina, ¿qué canción le pediría a un mariachi?

R.- Una de las que más me gusta cantar: 'La noche de mi mal'.

P.- En el álbum hace una versión, rapeando, del tema de José Alfredo Jiménez 'Tu recuerdo y yo'. ¿Cómo se le ocurrió?

R.- Intenté cantarlo con una guitarra y un contrabajo, pero me aburría mucho, así que me puse a experimentar un poco con la 'computadora', metiendo voces, probando cosas diferentes. Quería darle otro enfoque y me decidí porque fuera algo hip-hopera, que tuviera que ver con una faceta más urbana y agresiva, porque así es como siento esa composición.

P.- En el CD colabora Flaco Jiménez con su acordeón. ¿Qué tal el encuentro?

R.- Fue increíble. Él es un personaje que empieza a beber desde muy temprano y pensábamos que iba a ser un peligro. Hay muchos músicos que pierden su enfoque cuando han bebido. Pero con Flaco fue todo lo contrario; cuanto más bebía, más sentimiento le ponía a las canciones.

P.- ¿Cómo fue la experiencia de participar cantando y con un cameo en 'Frida'?

R.- Pues bien, porque esa película me ha dado mucha fama. Lo sientes especialmente en los medios, ya saben que eres la fulanita que cantó en 'Frida'. Eso ayuda.

P.- El disco se cierra con 'Yo ya me voy', una extraña canción 'a capella'. ¿Cuál es su historia?

R.- Es un tema del estilo cardenche. Se cree que viene de la mixtura de los andaluces que llegaron a esa región, cerca de Durango, una zona desértica del norte donde la gente es más mestiza. Allí se canta sólo en español. A mí me recuerda algo así como al origen del gospel; es una música del México profundo que está muy poco comercializada. En ese corte se percibe esa parte de entrega a la naturaleza que tiene la canción campesina. Dice: «A mí no me consuelan esas copas de aguardiente». Es como si el penar fuera tan profundo... Me toca el alma.

P.- Y en el inicio canta: «Yo ya me voy / a morir en el desierto». ¿Tiene solución la masacre femenina de Ciudad Juárez?

R.- Parte de la solución depende mucho de la comunidad literaria, artística en general, que tiene que seguir creando esa conciencia en el público, porque es una situación a la que no se le ve salida desde el ámbito judicial del Estado. Es un problema a un nivel cultural más grande, a escala de toda la sociedad. Si vas a la frontera, comprendes inmediatamente por qué están sucediendo estas cosas, y más si eres mujer.

P.- Por lo visto, en México se ha prohibido una canción de Los Tigres del Norte que alude a los asesinatos de Ciudad Juárez.

R.- Sé de eso. Me pareció bien importante que ellos se unieran al movimiento de denuncia de este problema. En México se nota el machismo que hay en los medios, porque les atacaron mucho a Los Tigres diciendo que cómo es que se atrevían a hacer un circo de un tema tan serio como éste. Yo no entendía nada. Es un grupo que siempre ha hecho crítica social a lo largo de toda su historia, así que ahora, ¿qué se traen contra ellos? Es un asunto bastante delicado y que Los Tigres se metan en ello le afecta incluso al gobierno de ese estado.

P.- ¿Qué opina de la gira política del líder zapatista Subcomandante Marcos?

R.- Hace poco pasó por acá, por mi tierra, e intenté verlo, pero no pude porque tenía otro compromiso con unos conciertos que hacemos en favor de las mujeres jóvenes de esta región para evitar que ellas sigan yéndose al norte, que puedan estudiar y trabajar aquí mismo. No pude verlo, aunque creo que estamos en la misma línea. En México está habiendo una división política en la izquierda, cosa que me preocupa un poco, pero también es importante mantener una postura crítica hacia los gobiernos institucionales y eso es lo que está haciendo Delegado Cero, como lo ha hecho siempre.

P.- Se dice que hay una vuelta al indigenismo y un giro a la izquierda en Latinoamérica. ¿También en México?

R.- Pienso que sí. Estamos pasando por un momento en que las comunidades rurales se están identificando con esa izquierda que proviene de Andrés Manuel López Obrador, el candidato del PRD. Me ha sorprendido bastante, porque yo creí que su popularidad se iba a limitar al D.F. (México Distrito Federal), de donde proviene, pero también anda muy fuerte en otras regiones. Creo que está muy viva ahorita la participación política.

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